El estrés aumenta la producción de cortisol.
El cortisol, es la principal hormona del estrés, y con su aumento produce alteraciones en nuestro sistema inmunitario, disminuyendo la producción de glóbulos blancos, células que ayudan a combatir infecciones y enfermedades.
Estudios realizados en la Universidad Estatal de Ohio nos señalan la relación directa entre nuestras emociones con los procesos fisiológicos y la respuesta inmunitaria.
Así mismo, expertos describen diversas señales de que el estrés puede estar afectando al funcionamiento de nuestro sistema inmunitario:
- Dificultad para dormirse
- Dolores de cabeza
- Sentirse fatigado
- Trastornos gastrointestinales
Es importante recordar, que el estrés no nos afecta a todos, por igual, por ello, es importante aprender a controlarlo.
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